La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado que los “funcionarios públicos”, “servidores públicos” o como usted quiera llamarles
“…NO CUENTAN con el mismo derecho a la privacidad o a la intimidad que el ciudadano común.
“La democracia exige conocimiento y escrutinio constante de las acciones y omisiones de los funcionarios del Estado… el umbral de intensidad de crítica y debate al que deben estar expuestos ….es un umbral muy alto, no fácil de traspasar por razones que abran la puerta a la imputación de responsabilidades civiles o penales”.
En conclusión, aquellos que han decidido por propia voluntad la comodidad que da el ser integrante de la burocracia, con los beneficios que conlleva, deberán soportar el escrutinio público intenso de sus actividades, aceptar mayores críticas e incluso cierto nivel de intromisión en su honor, vida privada e intimidad, pues SON NUESTROS EMPLEADOS.
Exigamos que nuestros empleados den resultados. |